Sólo que el día de hoy, domingo, después de un sábado de pocas (pero así "elegido") y MUY buenas opciones, y a la grata lectura de "Alicia en el País de las -mis- Maravillas", me puse a reflexionar sobre las opciones de la vida cotidiana.
Nunca he vivido ni en Berlín, ni en Moscú (quiero conocer!), ni en La Habana, sólo viví un poco en el México de los 80's (que ya no me acuerdo, porque fue hace "uuuuuu"), pero me gustaría estar de vuelta (claro que primero "aikir") en esas ciudades y en esos momentos.
¿Por qué? de nueva cuenta, me cansé de las opciones (ya ven, "el jardín del vecino -del pasado- siempre reverdece más", aunque haya sido en color verde neón ochentero). ¿No se han dado cuenta de que nos enseñan la importancia de tener opciones? (es más, las promueven), pero que nunca nos enseñan como elegir entre tantas ( y cada vez más) opciones?
Vas al cine y tienes 67917 posters de nuevas películas que tienes que ver, además te acercas al "menú-fílmico" y las tienes en inglés y en español (por cierto, que afán tienen de cambiar totalmente el título de la película cuando lo traducen de inglés al español -ejemplo de la cartelera de hoy "whisper" es "el hijo del diablo"!?!- esos del márquetin!) y en 12 (a veces 6, y a veces 20 -o en 3D-!) salas. Todavía recuerdo cuando la única decisión que tenías que hacer cuando ibas al cine en el México de los 80's, era si te "voluntariamentepermanecías" dentro del cine. Ahhhh que tiempos aquellos.
Regreso al tema de que no nos enseñan a elegir. Por ejemplo, la única fuente de información par ayudarte a elegir que ver en dominical tarde, es una "sinopsis" de la película que está escrita en unas hojitas (copias a blanco y negro) que están pegadas en una mampara ahí a la mitad de la nada en medio de todas las opciones de comida (incluídas en las opciones está el "suchi", como dirián en mi tierra norteña).
Pero el cine es sólo una de tantas opciones de las cuales tienes que aprender a elegir. Le sigue la ropa, las pastas de dientes, los papeles del baño (que hasta con manzanilla! -"noma...es"-),l os cereales, las carreras universitarias, las bebidas de sabores, los refrescos, la sexualidad (recuerdo en fiesta del "medio" -asqueroso- telenovelero mexicano, a un tipo que se puso "hastasumoder" y me comentó: "yo soy gay por moda"... 'ta bien, que bueno es tener incluso ese tipo de "opciones"), y hasta los 150 canales que me vienen caídos del cielo (SKY) en sábado de gloria.
Pero repito, NO nos enseñan a elegir. ¿Por qué? sólo veamos cuáles son las bebidas más vendidas entre tantas y tantas opciones (ahí les va, secreto de uno que está disque metido en el mundo del márquetin: Coca Cola, y en aguas de sabores, Naranja y Jamaica, sí aunque no lo crean). Saben cuáles son las carreras unviersiatarias más "socorridas", aun a pesar de que ya existen carreras como "Licenciado en Animación y Arte Digital"?: Medicina, Contaduría Pública y Derecho. Imagino que los sabores más vendidos en las "michoacanas" serán limón, fresa, vainilla y chocolate (tal vez pistache), e igual imagino que los cereales que más se venden son las Zucaritas y los "Cornfleis". ¿Saben uds cuáles son los canales más vistos en la GRAN televisión Mexicana? Creo que sí.
Entonces, ¿Para qué tantas opciones si no nos enseñan a cómo elegir? Todo esto se vuelve un círculo vicisoso. Genero opciones, pero pues como veo que no se "venden" tanto, pues regreso a lo mismo, y no genero tantas opciones. Y "pa'tras los filders".
Hay que generar opciones. Sí. Pero si no nos enseñamos a nosotros a querer explorar opciones, pues ¿para que están entonces las opciones?. Yo por eso cuando hago "elsúper" trato de llevar siempre algo nuevo (siempre y cuando el presupuesto y "mi listita en lápiz" lo permitan).
Agregue a usted la "frustración" de que las opciones que uno quiere elegir, ya no hay (ej. dónde quedaron los "Rice Krispies" y los "Frosted Mini Wheats?", lamentablemente quedaron en el México de los 80's). Y no puede haber má combustible al "verbo deya no hay", la típica respuesta de "híjole, se nos acaba de acabar". Yo quería ver una película pero repetitiva "hijolesenosacabadeacabar" frase, me llevó a "elegir" los Transformers (gran decepción, Megatrón no era dorado y bumblebee no era camaro, sino vochito. Mi infancia se vió insultada abierta y vulgarmente).
Evitémonos entonces esa maldita frustración y vayamos de vuelta al México de los 80's, donde nuestra principal elección era saber si nos quedábamos en el cine a ver la película de nueva cuenta. Que "padre" era eso de no elegir. En fin, ya sabíamos que el PRI iba a ganar.
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