Necesitaba este viaje, mucho, pero no me di cuenta cuanto lo necesitaba hasta que llegue aca y empezo a pasar el tiempo. Estaba preocupado. Preguntas tenia, pero respuestas no. Me di cuenta de algo muy curioso (si asi lo queremos llamar), y es que para pensar se necesita espacio para que la fabrica de ideas piense. Me explico. No me refiero a tener tiempo para pensar, tiempo tenemos mucho, todo el que queramos, pero no le damos espacio a la mente (y a veces decimos "necesito tiempo para pensar", lo que necesitamos es espacio). Es decir, antes de poder "redecorar la azotea" hay que limpiarla y para eso se necesita una purga, para algunos les lleva unos dias, para otros semanas, meses o para otros anios. Lo importante es darnos cuenta que tenemos que dedicarnos a buscar esppacio en la mente, mas que tiempo.
Es extrano, ahora mas que nunca me doy cuenta que no soy dueno de mi cuerpo, sino que mi cuerpo, es como una especie de fabrica que agrupa a diferentes trabajadores, que por diferentes razones, decidieron que era buena idea unirse en un sindicato y trabajar dentro de mi. Al lider sindical, que se encuentra localizado en la parte superior de mi cuerpo, hay que tratarlo con carino, respeto y darle tiempo, mucho tiempo (y sobre todo, espacio). Se le da la tarea, y como artesano experto en su arte, hay que dejarle a que el decida el tiempo en el cual su equipo se entregara a la tarea dedicada. Ellos decidiran, no yo.
Ellos seran responsables con la tarea asignada, la recibiran con aprecio y toda dedicacion, pero no se tomaran la molestia de avisarme cuando llegara el resultado de tan ardua labor. Esa respuesta llegara cuando terminen. Cuanto tiempo? solo ellos saben. SU respuesta llega de repente, en una especie de memo, llega cuando leo, duermo o simplemente estoy mirando a cualquier tipo de horizonte.
Me he dado cuenta que esos trabajadores del ultimo piso, no habian tenido espacio, tiempo mucho, pero espacio no. Su lugar de trabajo estaba lleno de archiveros desbordandose de papeles (tal como oficina de gobierno), y en estas dos semanas que han pasado, a lo que se dedicaron, fue a archivar. Ahora, ya todo ordenado alfabeticamente (quiero pensar), empiezan a despachar con mayor velocidad las tareas que tenian en cola (que era mas larga que la que se forma en la seccion de salchichoneria en miercoles de plaza en "la comer").
Me sorprende y me gusta saber que ahora tienen el espacio necesario, me he dado cuenta de la importancia tan enorme que toma el que todo este en su propio espacio, y que lostrabajadores del ultimo piso, tengan todo ordenado y archivado.
Las respuestas empiezan a llegar. Me emociona. He aprendido que no debo forzar a ese grupo de arduos y dedicados artesanos a que entreguen su trabajo a marchas forzadas y cuando yo quiero, ellos sabran cuando deben pasarme el resultado de su trabajo. Al saber esto e interiorizarlo, me siento mas tranquilo y confiado, y es una gran paz (en verdad lo es).
Se que todavia tienen en la lista de pendientes varios temas por tratar. Se que no toman el trabajo en el orden en el que yo se los pido, pero se que me mandaran en algun momento su trabajo (por lo pronto, dentro de los memos que me han mandado, me han dicho cual es el tatuaje quedeberia ponerme)
El vehiculo en el cual nos movemos es ameno, en harmonia pero muy caluroso y pareciera eterno su viaje y aunque extrano, al parecer los trabajadores del ultimo piso se sienten agusto en ese ambiente. Yo me desespero que no tengo donde guardar el resultado de su trabajo. Me apresuro a registrarlo en la pista de aterrizaje manual y me da miedo que entre mis prisas, los baches y mi mala letra, vaya a perder parte del trabajo que tanto tiempo llevo a los del sindicato terminar. Por eso me urgia venir a esta pista de aterrizaje. Ya me siento mas tranquilo.
Todo bien por aca, desde la tierra en donde se conjugan las creencias del ser humano en paz y sin alboroto. Muchas preguntas todavia, pero ya hay en el bolso varias respuestas, estoy contento y mas que nada, con muchas ganas de hacer muchas cosas que estan empezando a ordenarse y esclarecerse.
Hasta el proximo aterrizaje.
PD Avientate, de los dos.
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