Sueño con ser músico profesional, pero no me gusta el mundo de la música porfesional.
Sueño con ponerme un tatuaje, pero no me gusta la idea de tener algo en la piel para toda la vida.
Sueño con un viaje en globo, pero no me gustan (me aterran) las alturas.
Sueño con salir de la oficina a las 3 pm, pero no me gusta dejar el trabajo a medias.
Al parecer tengo a un rebelde migomismo encerrado en un disgusto.
Y pues hay de dos: o se me quita el disgusto, o se me quita el sueño. Aunque bueno, en buena (gran) medida, el desconocimiento es el origen del disgusto.
No te enojes.... mejor sonríe! Sí?