Yo la verdad es que nunca fui un verdadero fan del llamado "Rey del Pop". Conozco algunas de sus canciones y reconozco su GRAN talento artístico (en todos los sentidos, incluso, él componía sus canciones). Y aunque nunca estuve cerca de él, extrañamente él sí estuvo presente en uno de los momentos clave en mi vida: El primer LP que tuve fue el de Thriller de Michael Jackson. No fue Enrique y Ana, Burbujas, Cepillín o las 20 Grandes de Siempre en Domingo (aunque todos esos los tuve después -ja!-). Mi primer disco fue aquel que abrías (sí, ese LP lo abrías!) y tenía una foto de él con un pequeño tigre (¿de ahí el gusto por los infantes?). Recuerdo que lo habría y me preguntaba: "cómo le hicieron para que el tigre no lo mordiera?". Ese disco todavía debe estar en casa de mis padres.
Me lo compraron porque así yo lo decidí, y recuerdo que mi madre no tuvo objeción alguna de comprármelo, extraño, ya que tenía tan sólo 4 años y eran los años 80 (¿tal vez por eso no sería tan extraño?). Recuerdo que me lo compraron porque la noche anterior, había sufrido mi primer descalabro (y no lo digo en sentido figurado, fue mi primer -sí, tuve más-, rompimiento físico y sangriento del cráneo que protege mi cerebro) por haber estado brincando en la cama de mi tía, que contaba con una cuadrada y muy filosa cabecera. Recuardo que esa noche, después de haberme dado santo mandarriazo, sanrgé desde mi cabeza hasta los pies, no puedo imaginar el temor de mis padres al ver a su chamaco todo sangrado y todo debido por mi hiperactiva actitud.
Hospital, médicos, tirones de piel de cráneo y después de muchos puntos en la herida, al día siguiente fui con mi madre de compras a Blanco (sí, aquella deprimente tienda de autoservicio que después fue comprada por Gigante y que después fue comprada por la Soriana -así le dice mi abuela-) Al recorrer los pasillos (que tenían muy poca luz y las paredes estaban pintadas de un deprimente beige setentero), recuerdo que ella me dijo: "Te portaste muy bien ayer, ¿qué quieres de recompensa?" y yo sin titubear (y aún después de 25 años no entiendo todavía por qué, o tal vez por el mentado fregadazo) contesté: "Quiero el disco de Michael Jackson". Y así, mi madre, igual sin titubear (o por lo menos no recuerdo que lo hiciera), me compró mi primer disco, antes que el de Burbujas, Enrique y Ana, Cepillín o el de Las 20 Grandes de Siempre en Domingo.
Gracias por ese recuerdo. Descansa en paz.
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