¿No se supone que la contraparte de las preguntas, son las respuestas? ¿No se supone que vienen agarradas de la mano?
Una pregunta no debería generar más preguntas (o ¿será tal vez que la pregunta que se debía haber hecho no se preguntó y por lo tanto la respuesta que estaba esperando a esa pregunta se quedó sola y sin salir porque la pregunta no llegó?). Un padre engendra a un hijo, un padre no puede generar a otro padre. Pero eso no sucede del todo en el mundo de las preguntas, ahí padres engendran padres. Y esto hace que al final, en varias ocasiones, tengamos un mundo sin nueva vida, sin comienzos, sin nuevas oportunidades, sin cambios, sin niños, sin empezar de nuevo: sin respuestas.
Las noches son buenas, porque tienen al día como respuesta. Un mundo de puras noches o un mundo de puros días, no es funciona, no tiene equilibrio, no tiene ganas de cambio. La noche necesita del día y viceversa. Las preguntas necesitan de las respuestas, y viceversa.
Pero bueno, ante tanta pregunta, surge por lo menos una respuesta: no me cabe la menor duda que necesito más vida social, así que gente, ¿quién invita? yo puesto!
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