Me extrañan las percepciones que se forman de uno (o las que uno se forma de los demás), ya que muchas (la mayoría) están basadas en esa superficialidad y la falta de la conciencia profunda hacia el otro. La cuestión está, en que si esa superficialidad, por no contar con los sesgos del conocimiento (e involucramiento de sentimientos y que pueden modificar ampliamente la percepción -para bien y para mal-), hace que la opinión se vuelva más directa en ciertos aspectos (no estoy diciendo que al no conocer uno tenga toda la verdad, no); o si de plano, que las opiniones basadas en la poca profundidad, no hay que tomarlas en cuenta en lo absoluto.
Este cuestionamiento surge de la más "superficial" de las informaciones (valga la aclaración): los rankings de facebook (dispensen, es domingo, tengo un remolinohuracánciclón bacterioso en mi estómago, y es el medio tiempo de la final de la copa de oro, tengo permiso para este tipo de cuestionamientos bloggueros).
Según dicho ranking, entre mis contactos, yo tengo las siguientes fortalezas:
- "Quien tiene el mejor cabello" (ja! será porque se me está cayendo???, en fin, pasaré estos comentarios a mi "estilista" ja!),
- "Quien huele mejor" (gracias a quien me ha regalado colonias, o de plano los demás no se bañan a tan conciencia como yo??) y,
- "Quien tiene el mejor cuerpo" (aunque siento que no estoy tan tirado al traste, pues como que tampoco... pero en fin, se agradece)
- "No soy tan confiable" (Chale!)
- "No soy muy loco" (hmmmmmmm definan locura?)
En fin, es interesante como se forman las percepciones de los "otros" de uno y como uno se forma la percepción de los "otros". Y digo "percepción" porque ya decía el Master & Commander: "Una cosa es la realidad pura y otra, nuestra interpretación de esa realidad" (pareciera taaaaaaan obvio, pero siempre andamos mezclando estos conceptos).
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