Tal vez desconozca a profundidad las implicaciones de medir la economía en términos de Producto Interno Bruto (no soy economista), pero sí veo algunos de los resultados de eso (trabajo en una empresa multinacional). Si se habrán fijado, cuando se plantean objetivos empresariales (o de un país), normalmente se hacen en función de términos materiales ("cuánto venderemos este año", "cuánto generaremos de ingresos", "cuánto más subirán los costos" "cuánto más generaremos de impuestos", "qué industria crecerá más", etc, etc, etc).
Esta forma de ver las cosas (y por lo tanto, de plantearse objetivos), permea y se refleja en cada uno de los aspectos de nuestras vidas, desde los empresariales, hasta los personales. Pensamos en nuestra vida cuánto gastaremos, cuánto ganaremos, cuánto podremos ahorrar, cuánto nos costará la escuela, la comida, etc, etc, etc, incluso, si nuestro ingreso puede satisfacer perfectamente las necesidades básicas de vida.
Esta forma de ver la vida, aparentemente ha estado desconectada de la realidad humana y que es: La búsqueda de la felicidad inherente a todos nosotros y segundo, que vivimos en un planeta y que somos y seremos solamente en función de cuántos recursos naturales existan.
Según menciona esta organización, con base en estudios de diferentes psicólogos, que tan sólo el 10% de la felicidad en el ser humano, es explicada por bienes materiales. Esto quiere decir, que uno puede satisfacer cierta parte de su felicidad al hacerse de bienes materiales, pero que cruzada una línea, estos bienes, por muchos que sean, harán muy poca diferencia en el nivel general de felicidad. Lo interesante (y preocupante) es que como países, hemos fijado como base para objetivos de crecimiento, los niveles en el consumo, lo cual llegado cierto punto, se vuelve totalmente irrelevante, es decir que la gente siga consumiendo más, y esto es como seguir comiendo cuando uno ya está lleno; o cuando uno va de shopping y como que por más que compras, nada más ya no se siente bien.
Esta organización mencionan también, que la gente que tiene como mayor aspiración tener más recursos, tiende a estar menos satisfecha con su vida (y esa necesidad desmesurada de crecer y crecer y crecer en recursos, sin razón aparente, que se ve reflejada en empresas ), que aquellas personas que se enfocan en otras cosas.
Plantea también que el siglo XX estuvo marcado por la búsqueda del crecimiento económico y de bienes materiales, pero que el siglo XXI, debe ser definido por la búsqueda de la mejora en la calidad de vida y que no nos cueste la Tierra.
Ellos proponen por lo tanto, medir el crecimiento de un país, más que en PIB, en HPI (Happy Planet Index), que hace una mezcla de la medición de la esperanza de vida, la satisfacción en la vida y la huella ecológica.
Me ha hecho pensar mucho esta postura.
Me gustaría sentarme en el board de una empresa y que se discuta el objetivo de cuánto más feliz se hará este año a la gente que trabaja en la empresa o cuánto más mejoraremos la vida de las personas que se asocian a esa empresa.
Y no niego que me gustaría ver también en mi lista de objetivos personales, un rubro que diga: "Nivel de felicidad personal alcanzado". Ahorita, no es muy alto. Realmente quiero cambiar esto. ¿Quién se suma a esto? Vamos a ser felices! (Zájale, ya paració a "Únase a los optimistas"!).
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