Tanto crecí, reflexioné, cuestioné, aprendí, conocí, imaginé, soñé, amé, reí, viví, al leer historias de cuadernos y plumas verdes. No puedo imaginar mi vida sin ese cuaderno y esa pluma verde. Esas historias que me dieron forma (y que yo de alguna forma y en algún momento, también dí forma) son parte de lo que hace e hizo a esta pista. No sería yo sin todas esas historias leídas, escritas, compartidas. El olor a tinta verde me encanta, lo busco a tal grado que se volvió en mí, como una especie de adicción (algunos son adictos al olor a gasolina, perfumes, a pasteles, a plumones, o a resistol. Yo, soy adicto al olor a tinta verde).
Pero con lágrimas en mis ojos y en mi corazón, y sin quererlo hacer (una mano lo cierra y otra mano lo abre), sé que tengo que cerrar ese cuaderno de tan preciadas historias verdes. Y aunque quiero leerlas porque me dan vida de una vida que quiero tener cerca, sé que tengo que hacerlo porque ahora, cuando las lea, sabré que no soy nada más que un lector externo de esos momentos e historias, de las cuales ya no soy parte, y por ahora, no puedo con eso.
Cierro ese cuaderno de pluma verde que aunque no es mío, siempre lo hice mío.
Mi pista siempre estará aquí, para mí y para todos aquellos que quieran visitarla, leerla y dejar historias escritas. Ya no es solo mía, es de uds también. Ojalá puedan leerse (y que se escriban) momentos de tinta verde también en esta pista.
Con todo mi amor, mi corazón, mi ser, mi espíritu, con todo lo que tengo (y lo que no), con todo lo que soy, fui, y seré: gracias por esas historias de tinta verde, en verdad, no me imagino mi vida sin haberlas leído (y de alguna forma, escrito también).
Si ese cuaderno cambiara de lugar, me gustaría saberlo, para ver si un día (ojalá sea muy pronto) lo pueda volver a abrir y volver a oler esa tinta verde.
Cuida ese cuaderno, ámalo, quiérelo, nunca te olvides de él, nunca lo abandones, es tuyo. Si lo compartes con alguien más (porque sé que muy probablemente lo harás), nunca borres nada de lo que escribiste y nunca te sientas mal por lo que escribas. Siempre escribe como si nadie más lo leyera, con tu corazón, con tu alma, con todo lo que eres. Esta pista es así.
Esta pista extrañará desde el fondo de sí misma ver escrita aquí la pregunta "Quién eres???". Yo amo a ese cuaderno y a sus historias de este y tantos mundos. Amo al olor a tinta verde. Pero sé que hoy, con lágrimas de tinta verde en mis ojos, tengo que cerrar ese cuaderno.
La vida da vueltas y de pronto uno se encuentra sumergido en un mundo descoonocido. Pero de pronto hay momentos que nos sorprenden, tesoros llenos de magia y ahí es cuando uno se siente importante; cuando el otro hizo algo por uno desde el fondo de su corazón. Mi cuadernos con pluma verde estará toda la vida conmigo y tú serás parte de él siempre. Espero en un futuro seas parte cercana de él. Te quiero con todo mi corazón y entiendo que hoy decidas cerrar por tu bien esas visitas constantes a ese cuaderno escrito con lágrimas, sonrisas y tinta verde.