Tres días de encuentros con momentos, acciones, (muchos) recuerdos, abrazos, reflexiones, consejos, hermandad, nuevas experiencias, pláticas, fe y el silencio. Tres días también de despedidas de momentos, acciones, (muchos) recuerdos, abrazos, reflexiones, consejos, hermandad, pláticas, fe y el silencio.
El tema es que uno se acostumbra rápido, muy rápido. Y lo malo es que uno se tiene que también desacostumbrar rápido, muy rápido (y pues como que el horno no está para bollos).
¿Cómo hace uno para llenar los huecos que dejan la familia, los amigos y una estrella (que a la vez son tres)?
No sé si son los 30 mil pies de altura, pero mi mente y mi corazón, los siento muy volátiles.
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