Al parecer, la noche está volviendo a ser amiga. Y también al parecer los del grupo separatista de plano o están retirándose, o ya se están cansando (sólo espero que no se hayan metido a su baticueva para preparar una nueva manifestación!) pues ni los del piso medio ni los del último piso, los han detectado estas dos últimas noches. En fin, doy gracias a que, aunque todavía seguimos un poco distanciados, la noche y yo, nos estamos volviendo a acercar y sacar la vieja amistad que nos une.

Ahora el tema es empezar a que las mañanas también dejen de estar tan resentidas conmigo (es que en las mañanas extraño, y extraño mucho, muchísimo, tanto que me siento ausente, ¿será entonces que las mañanas me extrañan a mí y por eso están resentidas conmigo?).

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En ranking feisbuquero sigo estando considerado como una persona "poco loca". Seguramente ninguno de los que vota, ha pasado por esta pista.

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Que rara (por no decirle complicada, no entendible, extrañísima, etc, etc, etc) es la vida, que en ocasiones para estar cerca, hay que alejarse; y que para encontrarse, hay que perderse.

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