Extrañamente (para ser yo), llegué temprano al aeropuerto (fue en contra de mi voluntad, se los juro, ya que el "camioncito" salía 3 horas antes y pues no había de otra). La verdad es que yo soy fanático de la adrenalina del "chanceynollego", y la prefiero por encima del estar acá, con frío y con la flojera y desesperación de la espera (hablamos ya de mi todavía no desarrollada a totalidad paciencia no?).

No pidan mucho de este post, la verdad es que estoy perdiendo el tiempo ("nunca es perder el tiempo el escribir en el blog" diría mimismo). Aunque debo admitir, que tengo sentimientos encontrados y eso creo que fue lo que me trajo a esta pista (no la de Toluca), aunque también debo admitir que no sé bien qué sentimientos, y no sé bien tampoco cómo se están encontrando (o des-encontrando) ja!

Tal vez es el aerpuerto, tal vez son las despedidas, tal vez son las bienvenidas, tal vez es la espera, tal vez es el ir, tal vez es el regresar, tal vez es el frío, tal vez es la maleta, tal vez es lo que dice mi corazón, tal vez es lo que dijo, tal vez es lo que dice mi cabeza, tal vez es lo que calla, tal vez es la niña escuchando a Metallica en su celular, tal vez es el subway que me comí, tal vez es mi reloj, tal vez son los nervios. Tal vez es todo.

No sé, siempre los aeropuertos (incluso el frío aeropuerto de Toluca) me atacan con fuertes sentimientos (que vuelvo a decir, no sé bien cuáles son). Pero algo sí sé, no soy el mejor esperando, pero bueno, llegar 2 horas antes al aeropuerto, es un gran avance.

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