Sí, aunque ud. no lo crea, me pasó. Uno piensa y trata de autoconvencerse de aquella clichesca pero tan real frase de autoconvencimiento de "no, a mí nunca me va a pasar". Pero sí, me pasó. así como nos suceden todas aquellas cosas que de "nunca-me-va-a-pasar-a-mi".
Todo empezó con una llamada telefónica, lo demás está cubierto por una especie de "neblina" mental.
En el "calor de las copas" no me dí cuenta que ya tenía en mi haber discos, DVD's, libros, enciclpedias y que también ya había plasmado mi firma en aquel documento (Risa endemoniada. Aqui visualizar imagen de Bart Simpson cuando vende su alma al diablo).
Mareado, desconcertado, sin saber que pasó, me levanté. Me dí cuenta de lo que había pasado, de lo que había hecho. No digo que invertir en gasolina para el cerebro sea mala inversión, no!, al contrario, pero cuando te das cuenta que el 80% de las cosas que adquiriste en "abonos chiquitos para pagar poquito", en tu vida lo vas a utilizar, es cuando te das cuenta que tu "noche de copas" ("una noche loca") realmente no dejó nada bueno.
Hice cuentas, sumé, resté, reflexioné y mandé un mail.
Espero que el "diablo" sea buena "gente" ("vas a pagarla caro porque a mí tú ya no me interesas") y me regrese mi alma.
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