Ni modo. Me he dado cuenta de que soy todo un "oficinista". Es MUY difícil aceptar esto, pero de nueva cuenta, ni modo. Traté de hacer lo que estaba a mi alcance para no serlo. Me rehusé siempre a utilizar cualquier indumentaria clasificatoria de un oficinista, especialmente esa corbata que se mete entre la camisa para no ensuciarla con la sopa de lentejas. También evité el horario de 9 a 5, por eso llegaba a las 10 y me iba a las 10! Traté de hablar de otros temas más allá de la vida laboral. Traté de no ir a comer donde normalmente comen los "oficinistas". Pero me dí cuenta de que todo fue en vano. ¿Cómo? Cuándo?
Cuando de mi boca salió la palabra más oficinista que existe: "PROVECHITO" (no "provecho" que de por sí!, no!, "PROVECHITO" con esa necedad que tenemos los mexicanos de hacer todo "ito")
Ni modo, uno a veces termina siendo lo que tanto renegó.
Así que a todos los que están en la hora de los sagrados alimentos: "Provechito"
Jajaja, ni modo. También hay cosas oficinistas fabulosas, como... uhmm... ¿los vales de despensa? ah, y las pedas de fin de año.
¿A lo mejor es algo liberado? y gritar al mundo "soy oficinista y qué!" (hmmm estaría chido hacer una playera así!)
Si las fiestas son buenas, malo cuando terminan en "cuidado!, ahi va un vaso!!!!"