En fin.
Hay algo bueno de trabajar en las "reputísimas lomas" (como diría una compañera de trabajo ). Sí, además de que por mi ventana se pueden ver como se caen los helicópteros (se han caido dos en la calle de atrás), pues por las tardes, cuando la copiosa lluvia del DF lo deja, se pueden apreciar unos muy bellos atardeceres (si aunque se oiga cursi y romántico).
Debo decir, que me hacen un tanto más amena la tarde después del sueño que me da el sol postcomidaoficinista.
Comparto con uds. lo bello de la vista desde mi ventana oficinista. Con algunas de las vistas hasta pensé "chale, al parecer si hay un Dios que todo lo ve!"
Nota: No están fotochopeadas.






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