Mis pies se sienten bien de caminar por esta tierra roja, caliente y vasta; pero de tanto caminar, mis pies ya se han quemado (y mas si me atrevo a ser Jorge Campos y jugar la cascara a pie descalzo!). Ayer me senti como mi propia Maria Magdalena lavando y secando mis propios pies (aunque no me senti Jesucristo ja!). Aunque duele caminar, prefiero que las plantas de mis pies esten quemadas a que tengan que aguantar el sube y baja de las fuertes olas del mar.
Entramos en la ultima fase de este vuelo. Manana partimos hacia las tierras del Discovery Channel.
Me gusta que he perdido el sentido del tiempo (o mas bien, del calendario) porque ya no recuerdo si es lunes, martes o un octavo dia al cual no se le ha bautizado aun. Ojala asi fuera todos los dias en la gran capital, ya que en la ciudad tenochca siempre se cuantos dias faltan para el fin de semana, y eso no es muy tranquilizante. Por cierto, me empieza a doler el estomago, sera que ya empiezan a sentir mis entranas que se aproxima el aterrizaje y debe uno volver a las labores agridulces de la chamba? o sera porque he comido tanto que mis tripas empiezan a reclamar medio tiempo?
El vuelo literario ha fortalecido a este viaje. Disfruto las largas horas en la carretera como nunca antes las habia disfrutado. El paisaje cambia de sol a lluvia, de selva a bosque, de montana a mar y de lago a llano. Los paisajes cambian, y con ellos, cambia el pensamiento.
(Chale, ya me estoy volviendo demasiado poeta del asfalto, debo de regresar o campechanearle un poco con el argot del dia a dia ja!).
PD Gracias por los buenos deseos! :)
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