Los argumentos del grupo "Sólo Pechos" (así se llaman, que quieren que diga!) me parecen totalmente válidos. El centro de su razonamiento se base en la pregunta de por qué el pecho de la mujer está tan "sexualizado" y el del hombre no. La verdad que es un cuestionamiento con una alta carga de razón y que merece toda la pena analizar.
Entiendo que esta acción es un posible paso (según su argumentación) para "des-objetualizar" al cuerpo de la mujer, que tanto ha sido llevado en la sociedad actual, a un nivel tan absurdo de forma y no de fondo, que tanto daño hace y ha hecho, tanto mujeres como a hombres. En verdad aplaudo cualquier acción que lleve a bajarle, aunque sea dos rayitas, a esta situación.
Aunque por otro lado, debo admitir que en lo personal, me parece un paso en dirección incorrecta en lo que respecta al romance, el flirteo y el arte de la conexión interpersonal. Me explico. El arte de enamoramiento, tiene una carga muy alta de sensualidad que se manifiesta no sólo en la mente sino también en el cuerpo, y ese arte, mucho se basa en el decubrimiento, la exploración, en los secretos (y descubrirlos poco a poco), en la intimidad (y no me refiero solamente a la de la alcoba), y en el compartir cosas que no se compatirían con todo mundo, yendo desde un sueño guajiro, hasta un lunar en ese lugar donde nadie más puede ver. Alguien puede arumentar que uno no va a una pisicina a flirtear o a encontrar el amor de la vida, se va a hacer ejercicio, divertirse o relajarse, pero bueno, uno no sabe donde va a encontrar a su contraparte emocional.
Debo admitir que a mi no me gusta la ropa muy develadora en el sexo opuesto (incluyendo la que se vende en los Secretos de Victoria) y no por una carga de machismo (aunque se han fijado que a veces a los "machos" les gusta"presumir" a "sus mujeres" como si fueran trofeos en ropa muy reveladora?, interesante -y a la vez deprimente- no creen?), sino más bien porque para mí, se pierde ese espíritu de exploración, de descubrimiento, de intimidad, de secretos compartidos. Si veo a una mujer revelando todos sus "secretos" físicos, para mí es como si el primer día que conoces a una mujer te revelara todos sus secretos mentales y emocionales. Esa revelación prematura, temprana y sin decir "agua va", a mí en lo personal, le quita emoción al juego (arte) de descubrir, desenterrar, compartir, ser cómplices de una especie de tesoro que se vuelve una historia, un chiste local si quieren, de esas dos personas.
Ahora creo que entiendo el por qué había mucho más romance (y sus diferentes manifestaciones en todo tipo de artes, incluso, toda una época del siglo XIX, así se llamó) en los siglos XVII, XVIII, o XIX, pues en esas épocas había tanto que "descubrir" (basta recordar que un hombro semi-descubierto , un tobillo, o la parte inferior de la muñeca, eran grandes símbolos de sensualidad) , que la emoción de explorar era tan grande, que se despertaban reacciones químicas en el cuerpo que encendían cada vez más el arte del flirteo, la emoción y el querer estar con alguien.
Estoy de acuerdo que avancemos como socidedad, que no haya discriminaciones, ni objetualizaciones de ningún tipo hacia ninguna persona (es muy triste que a una persona se le catalogue o enjuicie, sólo por su físico), pero también ¿cómo hacerle para no perder una parte importante del lado místico del romance?: la de descubrir sitios ocultos. Yo la verdad no quiero que me quiten la emoción de explorar, de descubrir, de tener secretos compartidos (físicos y mentales) y de ser cómplices en lo privado, de algo que sea sólo de dos.
En fin. Dilemas y disyuntivas de los cambios y "avances" sociales.
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