Ahora me dicen (compañeros oficinistas, hago la aclaración), que pudiera ser gastritis. Siempre ví a este padecimiento ajeno a mí, no sé por qué (ingenuamente, obviamente), tal vez por qué pensé que era una persona que manejaba mas o menos bien el estrés (es obvio que no, un ejemplo claro es que el fin de semana soñé con mi jefe, nada agradable). Ahora empieza un tanto de la hipocondriades y ya siento mayor dolor y un poco de comezón en la colonia colindante al esternón.
Me hubieran dicho que era un eructito ahí atorado y que era un bolo alimenticio necio a desintegrarse, pues ya me empezé a hacer historias. En fin, ya tendré que ir con quien me debe realmente decir que onda y no compañeros oficinistas (aunque muchas gracias por preocuparse por mí!).
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