Una mujer que a contraluz, sin darse cuenta, deja ver y oler su oculta y embriagante divinidad.
Una niña que pide a la nube que se encuentra sobre ella, que deje caer con más fuerza las gotas de lluvia para poder mojar todo su cabello.
De mañana pueden suceder tantas cosas, de fábula, de fantasía.
Hoy es de mañana, pero para mí, no se siente como una mañana debería.
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