Normalmente, la gente se siente más irradiante por la mañana (¿qué quise decir con irradiante?, no lo sé, pero me sonó un término muy mañanero ja!). Un día nuevo empieza, tantas oportunidades que se pueden presentar, el sol brilla y la vida en la ciudad, se manifiesta con toda su fuerza (sí, así como película de Disney en donde el sol aparece, el gallo canta y todo mundo en la granja está de buenísimo humor). Extrañamente, esto, a mí no más no me prende o inspira.
Al parecer soy más lunar que solar. Para mí, el día empieza cuando una cierta especie de luz naranja se posa sobre la ciudad, cuando está un poco más callada. Ese, es mi mejor momento del día, el que más disfruto, el que más me hace sentir vivo, el que me pone de mejor humor, el que me da paz, el que más quiero compartir.
Pareciera que yo despierto a las 6 o 7 de la tarde. Quiero que mi vida, sea un eterno atardecer.
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