El punto es que me pregunto: "¿Por qué la gente se casa? ¿Qué tiene de malo ser soltero?". Y obviamente la pregunta que realmente se está haciendo (pero en forma de la pregunta anterior) es: "¿por qué no soy yo el que se está casando?".
No es que me quiera casar en este preciso momento, no. Pero como que de vez en cuando, un soplidito de los aires de solterona quedada, entra por mi ventana. Sí, todos los de mi edad (según lo que he podido constatar en pláticas con personas que estamos en la crisis de los 30's) tenemos este tipo de días, verdad?!?!
¿Será que nunca he saboreado a totalidad los sabores de ser soltero? ¿Será que ahora es el momento? Chale, no lo sé, lo hice una vez y realmente no matcheó con mi forma de ser. Más bien, tengo que encontrar mi propia forma y mi propio significado de lo que significa ser soltero.
Entonces, ¿debería escribir un diario y decirle a un actor gringo que se ponga gordibueno (o en este caso, flaquibueno) y que haga con acento mexa, la película de mi vida? Chale, no lo sé.
Hago la pregunta original en la oficina, y un compañero (que en este caso tengo que hacer la acotación, tiene 40 años), me contesta: "jajajaja... estás en esa etapa? jajaja..." No sé si debo tranquilizarme o asustarme con su risa.
Publicar un comentario