Creo que a los padres se les inyecta una nueva configuración en su DNA al momento de tener un hijo (alguna vez escuché un comentario que una madre dijo a una hija "cuando tengas tus hijos, todo el amor que veías por nosotros -tus padres- se va a re-enfocar en tus hijos"). Amigos y compañeros que empiezan a tener hijos me comentan que esto es realidad.
Ejemplos de que los padres y los hijos no estamos hechos para los mismos tipos de necesidades/cuidados, hay muchos. Por mencionar uno, a los padres nunca les dan pena sus hijos (digo, a menos de que el párvulo sea un verdadero hijo de la remegachingada); a los hijos, en cambio, hay etapas en las cuáles sus padres les dan pena (aun cuando sus padres nunca actuen en mala fe o hagan algo malo). He ahí un ejemplo de esta diferencia.
Los hijos ven a los padres como una fuente de inspiración, como un modelo, como una fuente de aprendizaje y no como un lugar para la recepción de sus cuidados . Por más que uno vaya creciendo y vaya viendo más a sus padres como seres humanos (con achaques propios de la edad) y menos como "padres", aún así, y por más viejos, adultos o maduros se hagan padres e hijos, los hijos siempre verán a los padres como fuente de proviciones (y no me refiero monetarias o materiales) y no como un lugar para poner sus cuidados.
Por lo que hacer la comparación de que un adulto mayor es igual que un pequeño niño, se me hace una falacia completa del entendimiento de la vida, los roles y las capacidades de unos y otros. Aunque un hijo haga todo lo posible por cuidar a sus padres mayores, ese sentido de cuidado nunca estará en el mismo sentido que el que se despierta en un padre el ver a su hijo frágil y recién nacido. El cuidado en los padres se manifiesta en la base de la protecicón y el cuidado; en los hijos, se manifiesta en la base de la admiración.
Los hijos fuimos creados para aprender y recibir por parte de los padres; los padres fueron creados para ver siempre por el bienestar de sus hijos, y aprender y crecer también, a través del crecimiento de sus hijos. Sí, es difícil de aceptar y a veces se voltean los roles, pero es algo momentáneo. Por eso un padre llora más a un hijo perdido, que un hijo a su padre perdido. Por eso, un padre nunca se cansa de cuidar a su hijo, y por eso un hijo a veces se llega a cansar de cuidar a sus padres.
Fuimos creados con herramientas diferentes en y para la vida (mentales, físicas y emocionales), y a veces deberíamos aceptar un poco más esto.
Nota: Emito este pensamiento bajo la ignorancia de no tener hijos y también sin tener a ninguno de mis padres en el punto de requerir algún cuidado.
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