Una cena casera. Una cena en restaurante. Una vistazo por la ventana y la noche que entra por ella. La lluvia. Un silencio. Un departamento. Una llave. Un lugar de estacionamiento. Una película en casa. Una mañana. Una cama. Un cajón. Una regadera. Una obra de teatro. Una tarde de hueva. Un domingo. Un ensayo. Un desayuno en la cama. Un pasado. Un presente. Una alarma que despierta a regañadientes por la mañana. Un 8 que parece 13. Una cubeta. Una frustración. Una guitarra a medio afinar. Una batería. Una foto. Un cuadro. Un viaje. Una respiración. Algo que no conzco. Algo que quiero aprender. Algo que no acostumbro hacer. Un libro. Un sillón. Una botella de vino. Un miedo. Un sueño no hablado. Un tatuaje. Una verdad. Un chiste. Una intimidad. Una moto. Una planta. Un bote orgánico (y otro inorgánico). Un nuevo platillo. Un invento. Un mail. Un mensaje. Una visita no esperada. Una visita planeada. Una sonrisa. Un vistazo de reojo. Un caminar de la mano. Un beso. Una caricia. Un abrazo. Una mirada. Un postre. Unos ojos cerrados. Una luz. Una oscuridad. Un trabajo. Una profesión. Un hobbie. Una presentación. Una plática. Una madrugada. Una desmadrugada. Una carrera. Una maestría. Un micrófono. Un baile separado. Un baile "pegado". Una revista. Un enojo. Una pelea. Una discusión. Un encuentro. Una vela. Una carta. Un regalo. Un perdón. Una lágrima. Una tarde de ejercicio. Una gota de sudor. Un juego de niños. Un juego de adultos. Un coqueteo adolescente. Una nueva lección. Un error. Un malentendido. Un "te presento...". Un "mucho gusto". Un "¿vienes?". Un "voy". Un "Buenos días". Un "Buenas noches". Un "te extraño". Un "¿cuándo vuelves?". Un "ya llegué". Un "estoy aquí afuera". Un "¡sorpresa!". Un "no me lo esperaba". Un "pensé en tí y...". Un "no sabía". Un olvido. Un quitar prejuicios. Un no juzgar. Una apertura. Una voz. Una canción.

Un, uno, una que en algún momento será dos, tres, diez.

Es una lista larga (y que lo será más) pero que ya va palomeándose.

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