Un ejemplo de esto es, que cuando uno es niño, el rol que una juega con respecto a los padres, es el de ser hijo. Cuando uno va creciendo, y te das cuenta de que tus padres son seres humanos (con ciertas experiencias diferentes a las tuyas), pues tal vez el ser hijo al 100% se modifica y se convierte en el de "hijo/amigo". Y la dinámica, obviamente cambia.
Así como este ejemplo, podríamos nombrar "n" cantidad de opciones. Desde ser jefe de un equipo, hasta ser un simple feligrés en la iglesia.
Y esto se manifiesta mucho (y se complica aún más) en el tema de las relaciones interpresonales. Lo podemos ver cuando los padres se divorcian y se cuestionan a sí mismos, qué será de ellos de ahora en adelante, si siempre fueron la "Sra de..." o el "Papá de...". Uno se autoconvence de que juega cierto rol y que es ese rol, el que marca lo que uno es en la vida con respecto a sí mismo, y con esa persona en particular.
Pero hay que hacer cuentas. Uno no empieza a ser novio o pareja de alguien, en el minuto 1 en que se conocen. Tal vez uno es primero amigo, después amante y después novio. O tal vez es primero amigo, después amigo lejano, después novio, después amante, y después esposo. Pero el tema es que uno se empieza a convencer de que uno es el "amigo", o el "amante", o el "novio" y nada más. Y empezamos a extrapolar ese rol y se nos olvida que antes que ser el "amigo", el "amante" o el "novio", somos nosotros. Uno es uno, antes que cualquiera de esos roles.
Lo que sucede, es que nos acostumbramos tanto a ese rol, que cuando nos quitan la interpretación de ese papel, no sabemos qué hacer no sólo con nosotros mismos, sino también, con esa persona en particular con la que desempeñamos, por situaciones de la vida, un rol en particular.
Se nos olvida que lo que nunca cambia, es la esencia de lo que uno es, y uno confunde los roles que decide tomar en la vida, con su verdadero "yo".
Ahora, no estoy diciendo que el jugar un rol en particular sea el interpretar algo irreal o ser parte de una mentira. No, lo que digo es que el rol es parte de uno, no lo que es uno. Es como el actor, que los papeles que interpreta, lo complementan, lo reta, le exigen, son parte de él y son parte de su vida. Pero cuando el papel, se vuelve más grande que el actor, ahí está el problema.
Yo he sido: "Jav", "Javi", "Chiquis" y también (muchos) "Yo". Y cada uno de ellos ha sido un rol, un papel que he intepretado por las situaciones de la vida. Y cada uno de ellos lo he disfrutado, me ha encantado intepretarlo, vivirlo, sufrirlo, soñarlo y me ha hecho más grande y más completo. Pero lo que nunca debo olvidar, es que siempre seré Javier.
Hoy, no soy ni "Jav", ni "Javi", ni "Chiquis", ni (muchos) "Yo's". Hoy, soy Javier, asecas. Hoy, en el tema de relaciones interpresonales, no soy ni el novio, ni el ex-novio, ni el futuro novio. Hoy, soy Javier y lo quiero disfrutar.
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