No sé cuántas veces he escuchado la frase de "Es que acá en México somos recreativos" (recreativos de MUY creativos no de que nos gusta ir a parques recreativos o de que nos re-creamos todos los días.NO. Quesque de MUY, creativos). Y entonces viene la pregunta obligada: "ah si?" "sí, dame un alambrito y verás que lo arreglo todo" (JA!). O los "albures" (qué creatividad tiene el saber de cuántas formas ocultas se le puede llamar al miembro viril).O también toda la "creatividá" que existe para engañar a la ley (como meterse dos a un concierto con un sólo boleto). Sí. Somos "recreativos". Este es el cliché de la creatividad mexicana y muchos se sienten orgullosos de ello.

La verdad es que me da algo de roña el hecho de que creamos que somos creativos por esto.
Creo yo, humildemente, que la creatividad no se vuelve creatividad hasta que no resuelve algo de una mejor manera, si nos hace la vida mejor o nos hace sentirnos mejor.

Aqui un ejemplo de la verdadera creatividad mexicana, de la cual hay que sentirnos orgullosos y con todo el ánimo de promoverla:

Un proyecto para eliminar contaminantes del agua mediante cáscara de huevo, desarrollado por tres jóvenes mexicanos, se hizo acreedor al Premio Juvenil de Agua, entregado el martes pasado en Suecia.
Carlos Hernández Mejía, Dalia Graciela Díaz Gómez y Adriana Alcántara Ruiz, estudiantes de preparatoria de Toluca, recibieron el premio en Estocolmo, en el marco de la Semana Mundial del Agua, de manos de la Princesa Victoria.

Muy bien por los "chavos" y por esta verdadera creatividad mexicana.

Ya quiero ver que el "alambrito" nos haga la vida mejor ("Sí. Se ve la tele rebien con el ganchito")

1 Comment

1. Anónimo on 5 de octubre de 2008, 10:12 a.m.

   Jajaja, tienes tooda la razón, y es que el alambrito en todas sus variantes puede resolver la vida le mexicano, jajaja... Justamente estoy escribiendo una columna sobre mexicanos y la de esta semana es sobre creatividad, saludones marcianos