Hace unos momentos entrevisté a una recién graduada que estaba ("venía o viene"?) interesada en hacer prácticas profesionales en esta H empresa (que por cierto, disfruto mucho hablar con jóvenes universitarios, será que no quiero envejecer o será que como ese rebelde interior que tengo reprimido, también tengo a un profesor adentro? -sin albur-).
A lo largo de agradables pláticas que llego a tener con universitarios, siempre me surge la misma pregunta: ¿por qué tanta gente quiere trabajar en publicidad? ¿qué tiene esta profesión que llama la atención a tantos jóvenes graduandos?. Con sus comentarios y con sus respuestas, me doy cuenta que sus razones de interés son muy diferentes a la realidad de esta industria.
Sería bueno, que esas pasiones, ideales y buenas intenciones que tienen como perspectiva de lo que la publicidad (para ellos) es, debería mantenerse más. La pasión es una ausencia de racionalidad (un claro ejemplo es lo que sucede en la alcoba en momentos donde la sangre hierve!), y creo que esa uasencia de racionalidad, hace falta en esta y muchas otras industrias. ¿Desde cuándo el ser humano toma decisiones de forma racional? Nunca es así, a veces por más que tratamos de analizar algo, nuestra emoción nos tira para otro lado. Si uno analizara racionalmente lo que significa casarse, nadie se casaría! Le gana a uno la emoción.
Si pudiéramos mantener más tiempo viva dentro de nosotros la libertad creativa de los niños y la pasión juvenil (a que le tiras cuando sueñas mexicano), creo que esta industria (y me atrevo a decir, que muchas otras áreas de nuestra sociedad), serían más interesantes, más proactivas y lo más importante, más cercanas a la gente.
Vamos por más pasión! (chale, me está llegando la primavera un tanto tarde! ja!)
Publicar un comentario