No, (y aunque la manifestación que tuvieron los separtistas hoy en la noche, fue bastante fuerte), la cama sí se movía. Las aguas de la gran Tenochtitlan se movieron, en un suave vaivén (como vals de Juventino Rosas), y con ellas, el edificio en donde vivo, mi cama y mi sueño.
A todos los que viven en esta gran ciudad, espero se encuentren bien y que donde les haya agrrado el temblor (diría Chico Ché), espero todo suave.
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