Te lo he dicho muchas veces (y no me cansaré de decirlo), admiro tu siempre presente apoyo, tu cerebro, tu talento, tu gran corazón, tu espíritu, tu sensibilidad, tu boca inteligente, tu mente inquieta, tu creatividad, tu empuje continuo, pero sobre todo, tu fuerza y tu entereza. Te respeto, pero más te admiro. Niño de Nube, es un honor de vida compartir contigo, cualquier situación de vida que se presente, por más fuerte, increíble e indeseable que ésta sea.
Tantas veces yo me aproveché de todo lo que eres y das, para hablar y desahogar mi vida. Ahora, en estos momentos, si tu corazón lo necesita, utilízame, utilízanos, aprovéchate de nosotros. Aquí vamos a estar. Llora y llora mucho, a tu forma, a tus tiempos, tal vez sin lárimas, como tu lo sientas, pero no te quedes con nada adentro.
En estos momentos, no sé que decirte, tengo una mezcla no entendible de sentimientos. Lo relevante que se vuelve irrelevante, lo importante que se vuelve escencial y lo urgente que se olvida.
Así que espero que el silencio y un abrazo fuerte, largo y con todo el corazón, te ayuden en algo. Aquí, y en donde lo necesites, estaremos.
Publicar un comentario